El corredor Regina, desde la 20 de noviembre hasta el Eje Central, ofrece una experiencia única con historia, cultura y vida moderna.
El Corredor Regina no es solo una calle más; es una ventana al pasado colonial de la ciudad. Su nombre proviene del Convento de Regina Coeli, fundado en 1573 por las religiosas capuchinas. Este convento no solo es uno de los edificios más antiguos de la zona, sino también un símbolo de la profunda influencia que la Iglesia Católica tuvo en el desarrollo de la Ciudad de México. Su arquitectura sobria y austera refleja el estilo colonial que marcó una época, y aunque ya no opera como convento, sigue siendo un punto de referencia importante tanto para locales como para visitantes.
Durante el virreinato, la calle Regina era un paso peatonal crucial que conectaba varias áreas de la ciudad. Sin embargo, con el paso del tiempo y el crecimiento desmedido de la urbe, la calle cayó en desuso y se convirtió en una vía vehicular más. No fue sino hasta 2008 cuando se emprendió un ambicioso proyecto de rehabilitación, con el objetivo de transformar la calle en un espacio peatonal que celebrara y preservara su rica herencia histórica.
La regeneración urbana: de calle abandonada a corredor peatonal
La rehabilitación del Corredor Regina no solo consistió en restaurar la calle en sí, sino también en revitalizar los edificios históricos a lo largo de su trayecto. Este esfuerzo buscó recuperar el patrimonio arquitectónico de la zona y convertirla en un lugar de encuentro comunitario. Hoy, el corredor es un espacio donde se entrelazan la historia y la modernidad, ofreciendo un ambiente animado para actividades culturales, gastronómicas y recreativas.
Lugares de interés en el corredor Regina
Convento de Regina Coeli
El punto de partida ideal para explorar el Corredor Regina es el Convento de Regina Coeli. Este edificio del siglo XVI es una joya de la arquitectura colonial y sigue siendo un lugar de culto y admiración. La sobriedad de su fachada y la simplicidad de su interior contrastan con la opulencia de otros edificios religiosos de la época, ofreciendo una visión auténtica de la vida durante el periodo colonial.
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Plaza San Jerónimo
A un corto paseo del Convento se encuentra la Plaza San Jerónimo, el corazón social del Corredor Regina. Este espacio abierto se llena de vida con artistas callejeros, músicos y artesanos que exhiben y venden sus productos. Los fines de semana, la plaza se transforma en un mercado vibrante donde se puede encontrar desde alimentos orgánicos hasta artesanías locales, creando un punto de encuentro para la comunidad y los visitantes.
Restaurantes y cafeterías
El Corredor Regina también destaca por su oferta gastronómica. A lo largo de la calle, una variedad de restaurantes y cafeterías ofrecen desde comida mexicana tradicional hasta opciones internacionales. Establecimientos como “Café Regina” y “Los Danzantes” no solo sirven excelente comida, sino que también permiten disfrutar del bullicio y la vida diaria del corredor en un ambiente acogedor.
Galerías de arte y espacios culturales
El ambiente bohemio del Corredor Regina lo convierte en un semillero de arte y cultura. Varias galerías y centros culturales se han establecido aquí, como la Galería Luis Nishizawa, que presenta exposiciones de artistas contemporáneos y organiza talleres y charlas. A unos pasos se encuentra el Centro Cultural España, que complementa la oferta cultural del corredor con sus eventos y exposiciones.
Actividades y eventos
El Corredor Regina es escenario de una variada gama de actividades y eventos a lo largo del año. Desde festivales de cine y música hasta ferias de libros y mercados nocturnos, siempre hay algo interesante en la agenda. Estos eventos no solo atraen a los locales, sino también a turistas que desean sumergirse en la vibrante vida cultural de la Ciudad de México.
Un espacio en constante evolución
El Corredor Regina es un ejemplo brillante de cómo la rehabilitación urbana puede revitalizar un espacio deteriorado, manteniendo su esencia histórica mientras se adapta a los tiempos modernos. Ofrece una mezcla única de historia, gastronomía y cultura, siendo un destino imperdible para quienes visitan la Ciudad de México. En un entorno donde muchas ciudades pierden su identidad en la modernización, el Corredor Regina destaca por honrar su pasado y abrazar el futuro, invitando a todos a descubrir sus múltiples facetas.
Con su combinación de patrimonio y vida contemporánea, el Corredor Regina no solo celebra el pasado, sino que también se proyecta hacia el futuro como un espacio dinámico y en constante evolución.